lunes, 4 de junio de 2012

INTELIGENCIA EMOCIONAL (segunda parte)


¿Piloteas tu vida?
Tu habilidad para negar un impulso o cualquier deseo momentáneo demuestra que sabes utilizar tus emociones para obtener un bien a futuro. Es mucho mejor, financieramente hablando, gastar el dinero que has estado ahorrando, que pedir prestado. Y también se siente mejor. Los examenes en la escuela no miden esto de utilizar los sentimientos para lograr el éxito. Las priebas, dice el Dr. Goleman, son escalas crudas que no funcionan, principalmente porque no miden la motivación o el deseo por algo. La tenacidad cuenta más que la inteligencia. Y suena lógico. Todos conocemos a alguien del trabajo o la universidad que probablemente sea muy inteligente y preparado, pero no logra lo que se espera de él. En cambio, tal vez conozcas a alguién a quien le ha ido de maravilla, aunque nunca haya obtenido más de 8 de calificación. 

Polos opuestos
Para ser un buen conductor de tu vida, independientemente de tu desempeño académico, es más importante ser positivo que ser brillante. Una compañía de seguros contrató a personas no con base en las típicas pruebas de conocimientos, sino con base en un estudio que demostraba si tenías una visión optimista o pesimista. Las dos personas que obtuvieron el mayor puntaje como optimistas tenían más probabilidad de vender con éxito y quedarse con el puesto, que aquellas que mostraron actitudes pesimistas. 

La empatía en tus vivencias
Pero ésta no es sólo otra filosofía del pensamiento positivo que enseña a sus seguidores a amarse a ellos mismos y olvidarse de los demás. Por el contrario, el Dr. Goleman dice que uno de los mejores ejemplos de la inteligencia emocional es la empatía, no sólo estar en contacto con tus sentimientos, sino también con los ajenos. La empatía es sentir el dolor o la alegría de alguién como si fueran tuyos. Esto puedes y debes aprendenderlo. La empatía te ayudará a llegar adonde tú quieras. ¿Cómo? Todos conocemos a alguién que es tan encantador que siempre logra lo que se propone, independientemente de sus habilidades. Esa persona puede leer a las demás y a las situaciones sociales mejor que nadie. Y es del tipo de quienes obtienen los mejores empleos: un buen CI puede darte el trabajo, pero un buen CE te lleva a un ascenso de puesto.

Un mundo civilizado
La inteligencia emocional es inteligencia social: permite hacer bien el trabajo dentro y fuera de la oficina. Es lo que solíamos llamar "tener carácter", "atrapar moscas con miel, en lugar de vinagre"; sabiduría en lugar de inteligencia. La inteligencia emocional tiene enormes beneficios sociales, ya que es imposible perjudicar o juzgar severamente a las personas si se es empático con ellas. De hecho, si nos vamos a un extremo, alguien que no es empático resulta ser un psicópata. La empatía estimula la tolerancia y el respeto. Por esta razón, el Dr. Goleman dice que la inteligencia emocional tiene muchas aplicaciones, desde ser un buen empleado, tener un matrimonio feliz,hasta disminuir la violencia y el estrés en la sociedad actual, así como lograr mayor civilidad y cordialidad en nuestro entorno. 

Comienza por ti
Ya que conoces todas estas emocionantes posibilidades, ¿cómo puedes desarrollar y mejorar tu habilidad de ser empática? Irónicamente, la clave es comprender tus propios sentimientos. Cuanto más consciente seas de ti misma, te será más fácil identificarte con otros. Una manera de mejorar nuestra autopercepción es mantener un diario emocional para identificar cambios de humos durante el día. Si eso parece demasiado, date un momento cuando algo suceda y te descubras respondiendo con alguna emoción, por ejemplo, cuando alguién se te cierre en el tránsito o cuando tu jefe critique un trabajo en el que te esmeraste. Pregúntate "¿cómo me estoy sintiendo?". Trata de ser consciente de tus reacciones, eso te ayudará a entenderte mejor. 


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