domingo, 13 de mayo de 2012

Pregorexia: embarazadas anoréxicas





¿Una embarazada que no sube de peso? Suena extraño, pero muy cierto en estos tiempos, donde la obsesión por tener el cuerpo lo más delgado posible llegó para afectar también a las mujeres en cinta. Muchas de ellas se niegan a comer en forma normal con tal de no engordar, aún cuando saben que dentro de ellas se está gestando una vida.




Hay un grupo de futuras madres que aún cuando están conscientes de su condición, prosiguen con la fija idea de no permitir el aumento de los kilos y para lograrlo, son capaces de alimentarse con lo mínimo y exagerar en la actividad física para así mantenerse lo más esbelta posible.

Este trastorno alimenticio se llama pregorexia (unión de la palabra pregnancy – embarazada en inglés - y orexia) y a pesar de que algunos hacen alusión a ella como un concepto inventado por los medios de comunicación, lo cierto es que actualmente existen muchas mujeres que estando embarazadas andan en busca de ejercicios, laxantes y dietas especiales para no verse gordas durante los nueve meses de gestación.

Subir de peso es normal

Si hay algo que deben entender las futuras mamás obsesionadas con su cuerpo, es que la experiencia de quedar esperando un hijo lleva consigo un normal aumento en el peso. Entonces para sobrellevarlo de manera normal y sin contratiempos, es necesario revisar en qué estado se encontraba antes de quedar embarazada para así definir cuántos kilos podrá aumentar.

Existen diferencias en el aumento de los kilos y que esto dependerá del peso corporal que tenía la mujer al momento de embarazarse. Así, menciona que aquellas que tenían un peso normal (IMC 20 a 24), “suben en promedio 9 a 12 kilos”; las consideras con bajo peso, “deben subir entre 12 y 16 kilos y si están con exceso de peso, deben subir 6 a 8 kilos aproximadamente”.

En relación al aumento de gramos con respecto al trimestre de embarazo en el cual se encuentra la mujer, la especialista manifiesta que durante los primeros tres meses el aumento en el peso no será tan evidente – se sube entre 1 y 2 kilos – pues hay que tener en cuenta los clásicos vómitos que incluso siendo intensos, pueden provocar una disminución en el peso. 

Frente a las consecuencias que puede tener la pregorexia tanto para la mujer que la padece como para el hijo que ella espera, la profesional comenta que los daños pueden manifestarse en ambos y pueden tener relación con “malformaciones congénitas, menor puntaje de Apgar al nacer, un menor crecimiento fetal y bajo peso de nacimiento (menor de 2 kilos y medio)”.

Además, la mala nutrición en el embarazo puede ser consecuencia de “altas tasas de aborto, menor circunferencia craneana y microcefalia, defectos del tubo neural y mayor mortalidad perinatal”. También comenta que pueden existir “problemas potenciales en la lactancia, crecimiento y ganancia de peso del recién nacido”.

En la madre en tanto, se perciben problemas como desnutrición, anemia, problemas en huesos y dientes por falta de calcio y menor reserva de energía para enfrentar la lactancia.





No hay comentarios:

Publicar un comentario